martes, 2 de febrero de 2010

Hacia una Concertación Venezolana

HACIA UNA CONCERTACIÓN VENEZOLANA

Manuel Rojas Pérez

Publicado en el Correo del Caroní

25 de enero 2010

Que la unidad de la oposición es básica para derrotar al oficialismo en las elecciones parlamentarias del 26 de septiembre es un hecho indudable. La sociedad venezolana que no apoya al Gobierno nacional pide a gritos la unión de todos los sectores políticos y ciudadanos, para lograr una mayoría en la próxima Asamblea Nacional.

De hecho, hemos visto cómo los partidos políticos han realizado esfuerzos importantes para llegar a tal unión. Tenemos como resultado concreto la creación de la Mesa de Unidad Nacional, en donde todos los partidos políticos de oposición se reúnen para lograr acuerdos electorales y candidatos unitarios de cara a las elecciones. No se puede dudar del inmenso esfuerzo que los diversos grupos políticos están realizando para lograr pactos y alianzas. No sólo se estudia la posibilidad de que todos los partidos apoyen a un solo candidato por cada circunscripción, sino que se están tratando de elegir a los mejores, para lograr convencer al electorado y darles parlamentarios de altura y con verdadera convicción democrática.

Hay que resaltar que esta unidad se ha hecho complicada por simples razones democráticas: la oposición está configurada por muchas personas, muchas ideas, las cuales se respetan todas, a las que se les da la misma jerarquía, mientras que del otro lado, al mejor estilo fascista, hay un jefe, un mandamás, una persona que ordena a su antojo y decide quienes son los candidatos y quienes no. En fin, del lado de la oposición debe haber negociación y consenso, porque no hay un jefe único que dicte líneas ni ponga y disponga.

Pero no es eso lo que queremos resaltar hoy. La unidad debe constar de dos factores determinantes: (i) acuerdos de gestión electoral, y; (ii) acuerdos de gestión post electoral. Es decir, buscar concertación.

Aquí, conviene recordar en qué consiste la Concertación de Partidos por la Democracia de Chile, a propósito de las recientes elecciones en ese país. La Concertación es una coalición política de diversos partidos políticos chilenos que nació frente a la dictadura de Augusto Pinochet. Dieciséis partidos políticos chilenos, opositores al régimen pinochetista, se unieron en un solo bloque para ir unidos en el plebiscito nacional del 5 de octubre de 1988. Nótese que a pesar de haber conformado un bloque unitario, ninguno de los miembros perdió su carácter de partidos políticos independientes. También hay que destacar que cada partido de la Concertación tiene visiones de país distintas: ahí conviven, entre otros, el Partido Socialista Chileno, el Partido Demócrata Cristiano, el Partido Liberal, el Partido Humanista y el Partido Social Demócrata.

La Coalición obtuvo la victoria en ese plebiscito, por lo que Pinochet se vio obligado a llamar a elecciones para elegir un presidente y un Poder Legislativo. Aquí se resalta la inteligencia y la importancia de la unidad de la Concertación. Esta mantuvo la disciplina política interna, y presentó un candidato único a la presidencia de la República, en ese caso al democratacristiano Patricio Aylwin. Igualmente la Concertación logró candidatos únicos para el Poder Legislativo y logró una clara mayoría de diputados.

Desde este mismo primer gobierno concertacionista, la unidad chilena mantuvo un trabajo de base y disciplina electoral admirable, a pesar de las diferencias ideológicas que cada partido pudiese tener. Por ello, la Concertación logró la victoria en las primeras elecciones municipales y las siguientes en las cuales se renovó la totalidad de la Cámara y una mitad del Senado. En este mismo momento la coalición logró elegir a su segundo presidente, el también democristiano Eduardo Frei.

En definitiva, la Concertación se logró gracias a la unidad de propósito, que era ir en un solo bloque electoral opositor al plebiscito de 1988, lo cual logró un resultado, la victoria en esas elecciones, y unidad de continuidad, que era mantener esa unidad en el transcurso del tiempo para lograr buenos gobiernos que permitieran al pueblo chileno olvidar a la dictadura.

Para lograr una derrota del chavismo que sea efectiva en el tiempo, la Unidad opositora pasa, en primer término, por una unidad de propósito. Es decir, que cada uno de los miembros de la Mesa de Unidad tenga un mismo fin.

Ya se vislumbra una unidad de propósito en el plano electoral. “La unidad es la alternativa para consolidar una mayoría capaz producir el cambio político que nos hace falta en Venezuela, participando juntos en las elecciones, con los mismos candidatos y el mismo programa de desarrollo humano y progreso social, y para defender el derecho del pueblo a elegir en comicios limpios, libres de manipulación y ventajismo, y hacer respetar a los gobernantes y representantes que elegimos con nuestro voto”, se dijo en el acto de instalación de la Mesa de la Unidad.

Pero el segundo gran paso, necesario por demás, es lograr que los partidos políticos logren una Unidad de continuidad, esto es, comprometerse a mantener la unión férrea después de las elecciones del 26 de septiembre de 2009, con el propósito de dar a los venezolanos un bloque opositor compacto frente al ataque gubernamental.

Una oposición unida, ya no ante eventos electorales sino a eventos de magnitud político-social, es clave para mantener a raya los designios de Miraflores. Como ya lo comentábamos, el ejemplo chileno es clave en esto. La concertación chilena no se desunió después de haber alcanzado la victoria en el plebiscito de 1988. Por el contrario, renovaron sus votos de trabajo común, y el reforzamiento de esa unidad obligó a mantener alejadas las ansias de poder de Augusto Pinochet, y a permitir la refundación y consolidación de la democracia.

En Venezuela necesitamos una suerte de Concertación, no solo para el tema electoral, sino para efectos de continuidad política, que refrene los ataques de Chávez ante una posible derrota electoral, y que brinde a los venezolanos seguridad y tranquilidad. Esperemos que el llamado a la Unidad que desde la oposición venimos haciendo, no caiga en el olvido después del 26 de septiembre.

Twitter @rojasperezm

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