viernes, 28 de diciembre de 2007

Benazir Bhutto y la Tragedia de la Violencia Política

Benazir Bhutto y la Tragedia de la Violencia Política

Manuel Rojas Pérez

Publicado en el Correo del Caroní el 4 de enero de 2007

"Il fascismo è l'antitesi della fede politica, perché opprime tutti coloro la pensano diversamente"
Sandro Pertini

Murió Benazir Bhutto, y con ella, renace la confirmación de una tragedia mundial: la violencia política derivada de los extremismos y los fundamentalismos.
Benazir Bhutto representaba para el mundo árabe, y particularmente para Pakistan, un movimiento de cambio y oposición a sistemas radicales extremistas, tiránicos y opresores de los pueblos.
El asesinato de Benazir Bhutto nos hace recordar que la violencia política, denominada fascismo, es un mal que se encuentra muy presente en la realidad mundial.
Y es que el fascismo es la cara más fea de la política: la política que no entiende de pares, no comprende la existencia de contrincantes, y no acepta sucesores.
El fascismo ha sido el arma de destrucción masiva más importante y efectiva de la historia. El fascismo se ha escondido bajo las fórmulas más inverosímiles: Stalin y su genocida régimen no fue otra cosa que un fascista que se escudó bajo la bandera del partido comunista ruso; Allende y Franco fueron fascistas consumados; Fidel Castro, quien pretende hacerse pasar por “izquierdista”, aplica de manera directa las teorías fascistas.
El fascismo es la teoría mediante la cual solo los miembros de un grupo político determinado, son los únicos que pueden tener control del poder del Estado, con la obligación de exterminar a todas aquellas personas que no comulguen con las ideas de ese grupo político. Es la antitesis de la fe política, porque oprime a todos aquellos que piensan de forma diversa.
Pues, la violencia política fascista ha eliminado a fundamentales figuras políticas mundiales: Gaitán en Colombia, Kennedy y Martin Luther King en Estados Unidos, Ghandi en India, Aldo Moro en Italia, Remón en Panamá, Rabin en Israel, Sadat en Egipto, y ahora, Benazir Bhutto en Pakistán.
La violencia política en el mundo ha sido, y es, una gran tragedia, una verdadera desgracia, no aceptable en un mundo que se hace llamar civilizado. El mundo no se merece que sus ciudadanos desaparezcan de la manera que Benazir Bhutto se fue ayer del mundo. Sin gloria, sin despedirse, de la mano de un fanático, de un extremista que no aceptó que una mujer pudiera suplantar al presidente Muzharraf.
No es posible aceptar el chantaje al que los terroristas nos someten: o nos hacen caso o se mueren. Eso sencillamente es moralmente imposible de aceptar.
No soy ni mucho menos, un experto en materia internacional. Pero, de Benazir Bhutto puedo decir, sin temor a equivocarnos que ella se enfrentó al actual presidente de Pakistán, Pezrev Muzharraf, por una cuestión de honor y valor. Ella tenía un ideal, que era modernizar a su país, aunque ello le costara la vida. Benazir Bhutto pudo haber vivido cómodamente en Inglaterra. Pudo olvidarse de la política y de su país. Pero no lo hizo. Tuvo valor, honor y elevados ideales.
Pero el fascismo, la violencia política, no le permitió ser una idealista.
Una calamidad el atentado que causó la muerte de Benazir Bhutto. La violencia política debe acabar de una vez por todas. Todos debemos aceptar nuestras diferencias, y llegar a entendimientos y acuerdos. Y no acepar, bajo ninguna circunstancia, el chantaje del fascismo.

lunes, 17 de diciembre de 2007

La Lucha por los Presos Políticos

La Lucha por los Presos Políticos

Manuel Rojas Pérez

Publicado en el Correo del Caroní el 21 de diciembre de 2007

Que nadie crea que la lucha culminó el 2 de diciembre de 2007. Que nadie baje los brazos. Que nadie sienta que no hay más nada que exigir.
Por el contrario, hay una pelea clave que hay que dar en todos los terrenos, y es la de los presos políticos.
Un preso político es cualquier persona que es recluido en las zonas de detención del Estado, porque sus ideas supongan un desafío o una amenaza para el sistema político establecido.
Pues bien, pasada la celebración de la derrota de la propuesta de nueva Constitución intentada por el presidente de la República, debemos transitar de manera inmediata a un nuevo escenario de exigencia innegociable al gobierno: la liberación de nuestros presos políticos.
Son muchos, demasiados nuestros presos políticos actuales: Usón, Simonovis, Vivas, Diana Mora, Luis Rodríguez, Nixon Moreno. Y perseguidos políticos sobran: patricia Poleo, Palmar, Leocenis García, Carriles Radonsky, Carlos Ortega, Robert Alonso, Mónica Fernández…
Las historias de estas personas son ciertamente tristes. Por ejemplo, lo que le está sucediendo a la joven abogada Diana Carolina Mora es de los casos más terribles de nuestra justicia venezolana.
Esta joven abogada egresada de la Universidad Central de Venezuela, de apenas 28 años de edad, ha sido detenida, y se encuentra recluida en la cárcel de Los Teques, desde el 26 de abril de 2007, bajo la infundada acusación de haber colaborado en un acto terrorista, consistente en la colocación de dos artefactos explosivos llamados “Bin Laden”, en la embajada de Bolivia en Caracas.
Pues bien, como han dicho en innumerables oportunidades sus abogados defensores, no existe una sola prueba en el expediente que incrimine. En verdad, ella tiene relación laboral con otro detenido por ese caso, con Luis Rodríguez Villamizar. Solo por tener esa relación de carácter profesional, encerraron a Diana Carolina Mora. Pero, insisten sus abogados que no existe ni una sola prueba que la incrimine.
Ni hablar del caso de Nixon Moreno. Lo acusan de haber realizado actos lascivos contra una funcionaria policial en medio de una refriega con la Guardia Nacional en la Universidad de Los Andes, mientras la Guardia Nacional allanaba las instalaciones del recinto universitario, violando con ello la autonomía de dicha casa de estudios superiores.
Pues bien, se le acusa a Nixon de cometer actos lascivos contra una funcionaria. Pero, hay pruebas contundentes que Nixon estaba montado en una ambulancia, y lo llevaban a un centro hospitalario por unos perdigonazos que recibió en la cara, en el mismo momento en que supuestamente intentó cometer el delito contra la funcionaria policial en cuestión.
No se puede estar al mismo tiempo en dos sitios. Eso es una máxima de experiencia, es decir, que no hay que ser un letrado para entender eso. Si Nixon estaba montado en una ambulancia, ¿Cómo pudo cometer en ese mismo momento actos lascivos contra una persona, cuando no estaba en el sitio de los acontecimientos? Simplemente, no se puede.
Caso emblemático el del general Francisco Usón, quien fue acusado, enjuiciado y penado por una opinión que hizo en el programa de la profesora Marta Colomina. Usón afirmó en dicho programa, que los fallecidos de Fuerte Mara fueron, según su apreciación y conocimiento técnico del caso, fueron quemados con un lanzallamas. Usón sólo dijo lo que el creía.
Esto fue suficiente para que al general Usón le fuese aplicado el artículo 505 del Código de Justicia Militar, que tipifica el delito de ultraje a las Fuerzas Armadas, por injuriar, ofender o menospreciar a dicho órgano castrense.
Son muchos los casos de los presos políticos venezolanos. Estamos hablando de más de doscientos presos o perseguidos políticos. Todos y cada uno merecen nuestra máxima atención y cuidado.
A ello, somos de la opinión que debemos empezar una campaña a su favor, e intentar salidas para su situación.
Por ejemplo, para las venideras elecciones de alcaldes y gobernadores, podríamos perfectamente proponerlos a ellos como candidatos a dichos cargos, y que se logre una “amnistía popular”. Estoy seguro que Nixon ganaría de calle alguna Alcaldía del estado Mérida, Henry Vivas y Forero las de Caracas, o Enrique Mendoza en la gobernación de Miranda. Sobre este punto prometo profundizar, pero si consideramos que si son ellos los candidatos para esos cargos, el pueblo los respaldaría, sería un arma política y moral con la cual defenderse.
Es nuestro trabajo defender la democracia. No se puede seguir permitiendo que la cárcel sea el desahogo gubernamental para fulminar a la oposición de este país, por lo que de allí debe nacer la iniciativa y el compromiso para que todos unidos seamos la voz de esas personas, porque es necesario comprender que en cualquier momento un allegado o nosotros mismos podemos estar en los zapatos de un preso o un perseguido político por el simple hecho de disentir.
El gobierno del presidente Chávez debe asumir que fue electo para gobernar a todos los venezolanos y no a un solo grupo de ellos, además de que no podemos olvidar que para que la democracia se mantenga sana tiene que haber lugar a las diferencias de opinión, porque eso permite que el gobierno se retroalimente de las observaciones o críticas de su adversario y active sus propios mecanismos de auto corrección, obvio que me estoy refiriendo al deber ser, por lo tanto las observaciones y discrepancias no pueden seguir siendo el motivo para transgredir la libertad de expresión, la libertad de opinión y la libertad personal de los ciudadanos en Venezuela.
Sobre nuestros presos y perseguidos políticos solo se puede llegar a una conclusión: la justicia venezolana no es ciega. Por el contrario, tiene muy buena vista, una vista selectiva por cierto.

martes, 4 de diciembre de 2007

El presidente no Reconoció su Derrota

El presidente no Reconoció su Derrota

Manuel Rojas Pérez

Publicado el 7 de diciembre de 2007 en el Correo del Caroní

No nos deja ni siquiera saborear las mieles de la victoria. No nos permite por un minuto tener paz. No quiere que tengamos por lo menos un diciembre sin incertidumbre. No. Hugo Chávez insiste en mantener al máximo la conflictividad que caracteriza a su gobierno.
Insólitamente, en un acto absolutamente inaceptable en una democracia, el presidente Chávez ha reiterado que volverá a proponer las ideas que fundamentaron su ilegítima nueva Constitución.
En su grosero discurso de la medianoche del 3 de diciembre, después que el Consejo Nacional Electoral hizo esperar a todo el país por los resultados que se conocían desde las nueve de la noche, Hugo Chávez no reconoció la victoria de la oposición como muchos han hecho creer. Se vuelve a burlar de los venezolanos, pretende pasar de nuevo por encima de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela cuando cínicamente dice que la reforma no pasó “por ahora”.
No aceptó Hugo Chávez su derrota, cuando habla de victoria pírrica de la oposición a su gobierno. Cuando gana el gobierno, se habla de victoria popular. Pero cuando es la oposición quien por fin gana una elección entonces se descalifica.
No ha reconocido su derrota ya que desde el gobierno se crea la matriz que perdió el chavismo por su abstención, y no porque el pueblo mayoritariamente salió a oponerse de manera valiente a un proyecto totalitario y abusivo.
Por eso, se equivocaron los políticos que salieron a aplaudir al presidente por su supuesta aceptación de los resultados electorales. ¡Pero es que Hugo Chávez estaba obligado a reconocerlos y aceptarlos! ¿Cómo es eso que lo felicitamos porque haga algo para lo cual se está obligado? No hay que aplaudir al gobierno por haber supuestamente aceptado los resultados, ya que ¡ese es su deber en democracia!
¿Acaso pretende utilizar su también inconstitucional Ley Habilitante para incluir lo propuesto en la mal llamada reforma? La respuesta definitivamente es afirmativa. Asume Hugo Chávez que las decisiones electorales no le afectan. No importa que el pueblo mayoritariamente haya dicho No a su violenta nueva Constitución. No le interesa. El pretende aplicar esos cambios como sea.
Y a ello, se suma la arbitraria posición de la ilegítima Asamblea Nacional que acaba de aprobar un Acuerdo sobre el referendo, y en uno de sus puntos, afirma que acompañarán al Ejecutivo en su disposición de mantener la propuesta de nueva Constitución.
Incluso, inauditamente, la diputada Iris Varela ha llegado al absurdo de solicitar al presidente que aplique la reforma derrotada mediante decretos hasta que “por iniciativa popular aprueben una nueva…”.
No aceptamos este planteamiento. Simplemente improponible, como diría el Tribunal Supremo de Justicia.
Por el contrario, hay que tomarle la palabra a Hugo Chávez, quien dijo, con testigos, que quien votara contra la nueva Constitución estaría votando contra él.
Pues bien, ¡el país votó contra Hugo Chávez! El país, en el plebiscito que creó el mismo Hugo Chávez, votó contra su persona, contra su figura y contra sus ideas.
Hoy, no le aplaudimos a Hugo Chávez que haya aceptado su reforma. Por el contrario, le exigimos, que llame a nuevas elecciones para la conformación de una nueva Asamblea Nacional, ya que la actual es completamente ilegítima y no representa a nadie; que esa nueva Asamblea Nacional nombre a nuevos magistrados del Tribunal Supremo de Justicia y a un nuevo Consejo Mortal Republicano, es decir: nuevo Fiscal, nuevo Contralor y nuevo defensor del Pueblo.
También le exigimos que todos los lugares del país estén abiertos a todos los venezolanos. Y eso incluye que Venezolana de Televisión sea de nuevo, la televisión de todos los venezolanos, que podamos acceder a los servicios públicos o a cargos públicos sin importar si firmamos o no, o si nos abstuvimos o no.
Por otra parte le exigimos que devuelva la concesión ilegalmente arrebatada a RCTV.
En cualquier país serio en el mundo, cuando un presidente somete a consulta popular un cambio en la dirección de las instituciones políticas del gobierno o del Estado, y el pueblo da la espalda a esa propuesta, el presidente inmediatamente dimitiría.
Pero, como estamos en un país con un gobierno sin seriedad, Hugo Chávez no dimitirá, sino seguirá intentando burlarse de todos los venezolanos.

domingo, 2 de diciembre de 2007

Gracias Estudiantes

Gracias Estudiantes

Manuel Rojas Pérez

Escribo embargado por la emoción. Hace minutos, la presidenta del Consejo Nacional Electoral anunció los resultados del referendo constitucional.
Venezuela le dijo NO al socialismo real, le dijo NO a la reelección indefinida, le dijo NO a la economía en manos de unos pocos, le dijo NO a las posturas ideológicas por encima de la igualdad política de los ciudadanos, en fin, le dijo NO al proyecto antibolivariano presentado por Hugo Chávez.
Y esto, fundamentalmente, fue gracias a los ESTUDIANTES (con mayúsculas) venezolanos), que nos dieron una lección de dignidad, de bravía, de cordura, de sensatez, de madurez política.
Yo como profesor universitario, tengo que rendirme a los pies de mis alumnos. Porque ellos tenían razón y no yo. Hasta el último momento mantuve la tesis de la abstención. Pero, ver a los estudiantes venezolanos, con su hidalguía, llamando a votar, asegurando que las mesas estarían cubiertas, me dieron la certeza que tendríamos la defensa que en todos estos años nos ha hecho falta.
La unidad fue crucial. Y esa unidad fue determinada por los estudiantes.
Hoy los profesores universitarios tenemos un reto gigante: seguir formando a muchos Yon Goicoechea, Stalin González, Ricardo Sánchez, Freddy Guevara, y tantos, tantos estudiantes de todas las universidades que asumieron lo que no le correspondía.
A ellos, a todos los estudiantes, les digo, que han sido nuestra luz en el túnel, la punta de lanza. Y por ello, que otra cosa sino darle nuestras infinitas gracias.
De aquí en adelante, por lo menos tenemos la certeza de que Hugo Chávez tiene un lapso de tiempo para gobernar. Que nuestras propiedades privadas seguirán siendo nuestras. Que los ciudadanos seguiremos estando por encima del Estado, y podremos ser los garantes de la legalidad en los poderes públicos,
Esta victoria es un triunfo de los venezolanos, de los demócratas, de los que no queremos un modelo similar al establecido por José Stalin en la Rusia bolchevique, que era justamente lo plasmado en la aberrante propuesta de nueva Constitución.
Y todo ello, insisto, gracias a los estudiantes.
Con ustedes gritamos: “Viva la Uviva la Uviva la Universidadfuera la bofuera la bofuera la bota militar…”

Llama la Historia

Llama la historia

Editorial del Correo del Caroní del 2 de diciembre de 2007


Retando a las suspicacias que enseñan anteriores experiencias y con la convicción de que es necesario no dejar ningún espacio legítimo de participación ciudadana al arbitrio y disposición de otros, el pueblo acudirá hoy a votar y defender su pronunciamiento para decidir libremente nuestro destino.
No deben haber perturbaciones antes, durante, ni después del acto electoral.
La elección de hoy no define nombre o apellido. Se trata de algo mucho más trascendente e implicatorio. Hoy se decide la manera de vivir y convivir para todos los venezolanos. Hoy se escogerá el rumbo definitivo de la patria.
La propuesta oficial está clara: Cambiar la Constitución con términos concebidos en el siglo pasado por el "Che" Guevara y la dictadura de Fidel Castro.
Los venezolanos contamos con la fuerza espiritual, el ejemplo permanente y la brillante inspiración democrática de SIMÓN BOLÍVAR, el Libertador.
¡TODOS A VOTAR...!
¡TODOS A DEFENDER LA VOLUNTAD POPULAR...!