Socialismo desigual (o de cómo el presidente no gobierna para los venezolanos)

Socialismo desigual
(o de cómo el presidente no gobierna para los venezolanos)

Publicado en el Correo del Caroní el 18 de enero de 2010

Manuel Rojas Pérez

Con asombro, vimos como un mediodía el presidente de la Corporación Eléctrica de Venezuela, anunció que ese mismo día el gobierno racionaría el servicio eléctrico a nivel nacional. De un solo golpe, les cortaban la luz por cuatro horas a todos los venezolanos, sin mayores explicaciones ni dar tiempo si quiera a comprar velas. En vez aplicarse las medidas correctas, tales como haber realizado las inversiones públicas necesarias hace más de cuatro años, aplicar una buena educación ambiental y enseñar a la correcta utilización de los recursos naturales, el gobierno decidió obligar a la gente a vivir en penumbras.

Con mayor asombro aún, vimos como, un día después, el propio presidente, entre gallos y media noche, en un programa televisivo (si se puede llamar así) que solo lo ve él, anunció la suspensión del plan de racionamiento eléctrico, y removió al ministro de Energía Eléctrica, por considerar que dicho plan de racionamiento había causado “efectos no deseados”.

Es decir, ante la escandalosa crisis eléctrica, que el propio Hugo Chávez ha creado, prefirió no hacer ajustes por no causar “efectos no deseados”. Imaginamos que el presidente se refirió a que las medidas a las que se vio obligado tomar por la crisis por él causada, gracias a su particular ineficiencia como gerente público, generarían una escalada de desaprobación a su figura política y a su gobierno, lo cual se traduciría en clara disminución de la intención de voto de sus propios seguidores y militantes.

Chávez es un animal político, y como tal, percibió que la medida de racionamiento de energía eléctrica causaría un efecto devastador en la percepción del electorado, y le restaría una cantidad muy significativa de votos para las próximas elecciones del 26 de septiembre. Es eso lo que Chávez tiene entre ceja y ceja. Nunca dudemos eso. Por ello, mal puede decirse que el presidente “rectificó” su medida.

Pero, al momento de suspender el racionamiento, cometió otro error. La suspensión del servicio eléctrico la ordenó solo para Caracas.

Es aquí donde nos preguntamos si Chávez considera que solo Caracas es importante, o si solo los ciudadanos que habitan en la capital de la República tienen derecho a una calidad de vida medianamente cómoda.

La respuesta a esto es sencilla: el presidente de la República no gobierna para los venezolanos. Hugo Chávez no se maneja, nunca lo ha hecho, como un hombre de Estado, como un gerente público. Hugo Chávez solo gobierna para si mismo. Para saciar sus ansias de poder.

¿Por qué Chávez suspende el racionamiento en Caracas? Sencillo. Porque en Caracas está el 12% del electorado nacional. Porque en Caracas están las sedes de todos los Poderes Públicos, las cuales pueden ser repletas de manifestaciones sin fin por parte de ciudadanos enardecidos contra el gobierno devaluador y ahora racionador. Suspende el racionamiento en Caracas porque ahí está el grueso del Alto Mando Militar, y porque no puede darse el lujo de volver a perder Caracas, como le sucedió cuando Antonio Ledezma vapuleó a su candidato. No lo suspendió para mejorar la calidad de vida de los caraqueños, sino para mantenerse en el poder hasta que el mar se seque.

Aquí, es donde se puede ver claramente que a Hugo Chávez poco le importan los venezolanos. Sus medidas, todas, solo buscan un fin personalista: mantenerse en el poder. Considera Chávez que Caracas, en los actuales momentos, es electoralmente más importante que todo el país.

Luego, para el presidente hay venezolanos de primera y venezolanos de segunda.

Es absolutamente injusta esta situación. Mientras que en Caracas hay luz, en las regiones del país, la misma sea racionada. Es necesario exigir, con suma contundencia, al presidente Chávez, que ordene de inmediato la suspensión de la medida de racionamiento en todo el país. Sin importar si eso le afecte o no a su contingencia electoral y política.

El socialismo de Hugo Chávez es extraño. Una de las características del socialismo es la búsqueda de la igualdad social. Pero este socialismo del siglo XXI, ha demostrado ser desigual y denigratorio.