lunes, 8 de noviembre de 2010

SABORES Y SIN SABORES DEL 26S

Sabores y sin sabores del 26S

Manuel Rojas Pérez
Publicado en el Correo del Caroní
Lunes, 4 de octubre de 2010


Son muchas las cosas que hay que analizar de la pasada jornada electoral, que permiten hacer una serie de análisis para entender cual es la real posición tanto del chavismo como de la oposición. Lo primero que hay que destacar es la perdida del voto popular por parte del chavismo.

El movimiento liderado por el presidente, venía ufanándose que ellos eran mayoría en el país. Sin embargo ya teníamos la experiencia del referendo de la reforma constitucional de 2007, donde más del cincuenta por ciento de la población le dio la espalda a la propuesta gubernamental. Quedaba entonces, medir fuerzas en estas elecciones, saber en realidad quien era mayoría y quien no. Pues eso se supo.

Con 5.628.489 votos, la oposición logró la mayoría de votos nacionales en total frente a los 5.399.390 votos del bloque oficialista. Un 52% del electorado votó en contra del chavismo, y eso es una realidad tan fuerte que el propio presidente acusó el golpe y el día lunes pagó si rabia y frustración con una reportera de un medio de comunicación internacional.

Podría alegarse que la diferencia es muy corta. Es cierto. Pero hay que hacer el análisis más allá de los fríos números. La campaña del gobierno nacional se basó en regalar neveras y atemorizar a la gente. Muchos de los votantes dieron su voto al chavismo creyendo que con eso les darían una casa, una nevera o una cocina. El chavismo siempre ha tenido como política electoral jugar con el hambre y la pobreza de la gente. ¿Que es una bajeza del oficialismo? Absolutamente. Pero es lo que tenemos y con eso hay que jugar.

Igualmente, a muchos se les dijo que serían botados de sus puestos de trabajo si no botaban por la opción chavista. Lo que quiero decir es que, si bien la diferencia entre la mayoría oposición y la minoría es muy corta, también es cierto que es que el voto opositor es natural –porque no tiene medios para obligar a la gente- mientras que muchos de los votos chavistas no son duros ni espontáneos.

Otro elemento que no podemos dejar de advertir es la tremenda disminución del voto chavista en los sectores populares. Pongamos el caso del circuito del centro de Caracas y el 23 de enero. En esa zona, en el año 2006, el chavismo ganó con una diferencia de casi 100.000 votos. En el 2008, el asunto bajó a más de la mitad. Ya la diferencia era de 45.000 votos.

Pero, en este 2010, el candidato de la MUD por esa zona, Antonio Ecarri perdió por tan solo 2000 votos. En la zona popular más importante y difícil de Caracas, donde se encuentra el propio Palacio de Miraflores, donde vota el presidente de la República, donde están casi todos los Ministerios y demás Poderes Públicos, ahí, el chavismo ganó de casualidad. Solo por 2000 votos.

En un sector donde el propio Chávez hizo campaña casi a diario, donde la desigualdad propagandistica era abrumadora –en cada poste habían cuatro pendones del chavismo y el único que había del candidato de la MUD era arrancado-, en un sector donde hace cuatro años se perdió por 100.000 votos, haberle roncado en la cueva y estar a punto de ganar, con una diferencia de apenas 2000 votos debe considerarse como una tremenda victoria política y como la perdida del chavismo en los sectores populares.

Pero no todo es color rosa. Hubo algo que sucedió el día de la elección que no me agradó. Cuando los rectores del CNE no salían a ofrecer los números, comenzaron a correr toda clase de rumores. Se empezó a decir que habíamos ganado la mayoría de votos a nivel nacional, que era el objetivo de la MUD.

Sin embargo, al poco rato, en el propio CNE –donde me encontraba como testigo nacional- comenzó a decirse que el chavismo había perdido también la mayoría de diputados. Se hablaba de más de cien diputados para la oposición. En fin, caímos en el triunfalismo. Por eso, algunos al día siguiente tenían una sensación de derrota. Porque volvimos a caer en el mismo triunfalismo del 2004 y 2006.

Eso es un error que debemos terminar de erradicar. En fin, son muchas los análisis que del 26S pueden hacerse. He aquí algunos. Por razones de espacio solo pude esbozar estos, pero en próximas oportunidades ofreceré más razonamientos sobre el tema.

Twitter: @rojasperezm

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