lunes, 8 de noviembre de 2010

OPINIÓN PÚBLICA, LIBERTAD POLÍTICA Y DEMOCRACIA

Opinión pública, libertad política y democracia

Manuel Rojas Pérez
Publicado en el Correo del Caroní
Lunes 12 de octubre de 2010

Dedicado a los premios Nobel Liu Xiaobo y Mario Vargas Llosa, así como a nuestros presos y perseguidos políticos de opinión

Giovanni Sartori, de quien soy confeso seguidor, se pregunta. “Si la democracia es el gobierno del pueblo sobre el pueblo será en parte gobernada y en parte gobernante ¿Cuándo será gobernante?”. La respuesta sería: cuando hay elecciones. Y es que resulta que, las elecciones expresan, en su conjunto, la opinión pública.

Las opiniones, como las elecciones, deben ser libres. Si las opiniones se imponen, las elecciones no pueden ser libres. Luego, un pueblo soberano que no tiene nada que decir, o que su opinión es simplemente castigada, no puede considerarse como un pueblo libre.

Como diría Sartori, ese pueblo sin opinión libre “cuenta menos que el dos de copas”. La democracia se apoya, entonces, en la opinión pública, y en una opinión que nazca de manera libre por parte del pueblo que la exprese. Así, las opiniones en el pueblo deben ser opiniones del pueblo, esto es, opiniones que el pueblo se forma por si mismo.

Traemos esto a colación por el afán que tiene el chavismo de imponer a juro sus ideas a la ciudadanía. Que el socialismo es la única vía de salvación y que quien piense lo contrario es un traidor a la patria que debe ser encarcelado o expulsado del país no es democrático.

La hegemonía comunicacional oficialista, que quiere ser llevada a las aulas de educación por medio de las llamadas guerrillas comunicacionales y los círculos bolivarianos infantiles, solo busca controlar la ideologización de la ciudadanía de una manera total. Y eso implica totalitarismo, criterio contrario a la libertad y por tanto a la democracia.

Es cierto que en política la difusión de la ideología es clave. No en vano, la expresión “opinión pública” deviene de los tiempos previos a la revolución francesa, donde los ilustrados se asignaban la tarea de “iluminar”, de difundir las luces y por tanto de formar las opiniones de un público más amplio.

Por ello mismo, señala Sartori que “El hecho que la opinión pública surja, como expresión y como fuerza activa, en concomitancia con el 14 de julio de 1789 también viene a indicar que la asociación primaria del concepto es una asociación política”.

Es decir, en democracia, la opinión pública va a amarrada con los derechos políticos de los ciudadanos. Esa labor de ideologizar es función natural de los partidos políticos, pero no del Estado, quien debe velar por la convivencia y coexistencia de todas las posiciones ideológicas. No es el Estado quien debe actuar como un partido político difusor de ideologías. En Venezuela, no se respeta la opinión.

El Estado obliga a callar, y quien no lo hace simplemente es castigado. La teoría del terror frente al Estado limita la posibilidad que el ciudadano opine. La democracia, aunque al chavismo no le guste, se basa en la opinión de los ciudadanos. Y no solo en el aspecto meramente electoral. Si la Constitución señala que esta es una República “participativa y protagónica”, lo propio es que todos los ciudadanos podamos participar y ser protagonista de los asuntos públicos del Estado.

La libertad en general, incluida la de opinión, debe tener en cuenta la libertad externa. Porque una cosa es ser libre a lo interno, y otra que se permita ejercer la libertad de manera plena. Thomas Hobbes acertó con la noción de libertad a la que queremos llegar: “Libertad significa propiamente ausencia de impedimentos externos”. Luego, la libertad política sirve para proteger al ciudadano de la opresión.

Nos referimos al ciudadano que es libre dentro del marco de la ley. El Estado es el garante que esta libertad se cumpla. Que la opinión del pueblo sea escuchada, tomada en cuenta y cuando llegue el momento, sea acatada. Y nunca perseguida. La opinión del venezolano dicha el 26 de septiembre no ha sido oída.

El principio democrático de respeto a la opinión pública no se ha cumplido. Por el contrario, se ataca a esta cuando se anuncia la radicalización de la revolución chavista. Luego ¿es este un gobierno verdaderamente democrático? Piénselo.

Twitter: @rojasperezm

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