lunes, 23 de abril de 2012

JUSTICIA CON MUY BUENA VISTA

Justicia con muy buena vista

Manuel Rojas Pérez
Correo de Caroní, 5 de marzo 2012

Una de las consecuencias más interesantes que trajo las elecciones primarias del 12 de febrero, es que puso a la justicia venezolana a cumplir, por fin, con uno de sus postulados fundamentales, como lo es la celeridad. Y es que, probablemente, por primera vez desde que la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia fue creada en 1999, un amparo constitucional es admitido en menos de dos horas. Claro, hay que tener en cuenta que el amparo fue solicitado –y decidido- en contra de la Mesa de la Unidad Democrática.

Dos días después de las primarias, el martes 14 de febrero, el candidato Rafael Velásquez, del municipio Bruzual del estado Yaracuy, acudió al TSJ a solicitar la suspensión de la destrucción de los cuadernos electorales, tal y como estaba previsto. La solicitud procesal del referido ciudadano fue decidida ese mismo día, ordenando a la Comisión Electoral de Primarias (CEP) de la MUD no destruir los cuadernos electorales, a pesar que su norma interna –conocida por el Consejo Nacional Electoral- permitía dicha destrucción. También se ordeñó entregar los cuadernos en un lapso de 24 horas al CNE a través del Plan República. Ese mismo día, la Sala procedió a intentar notificar a la presidenta de la CEP, Teresa Albanes, cosa que, por cierto, no pudo hacer el Tribunal. En esa misma fecha se notificó al Plan República. En fin, el principio de celeridad, en este caso, si se cumplió.

En muy pocas oportunidades la Sala Constitucional actúa de manera tan rápida y eficaz. Para muestra un botón: el 22 de febrero de 2011, la MUD solicitó al TSJ la nulidad de la Ley Habilitante, y el 16 de marzo de 2011, la nulidad del Reglamento de Interior y Debates de la Asamblea Nacional. Hasta la fecha, la Sala no ha siquiera visto el expediente ya que no se ha pronunciado.

Volviendo al caso de los cuadernos electorales, la Sala no notificó a Teresa Albanes como lo señala la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia y el Código de Procedimiento Civil –la notificación tiene que ser personal, esto es, entregada en sus manos al demandado y dejar constancia de esa entrega en el expediente judicial-. Y siendo que la presidenta de la CEP no estuvo nunca notificada de la sentencia de la Sala Constitucional y el lapso de 48 horas luego de hechas las elecciones se habían cumplido, las Juntas Regionales de Primarias procedieron a destruir los cuadernos tal cual lo establecen las normas de la MUD, las cuales–se insiste- conocía el CNE y avaló al no haber anulado las mismas.

Vale destacar que la Sala Constitucional alegó para sentenciar contra la CEP de la MUD que si se destruían los cuadernos, los candidatos no podrían ejercer reclamos contra las elecciones. Nada más falso. La MUD procedió solo a destruir los cuadernos electorales, pero las actas y las boletas electorales se encuentran en buen estado. Para reclamar los resultados de una elección no se necesitan los cuadernos electorales –estos solo sirven para verificar que nadie vote más de una vez-. Solo se requieren las boletas y las actas, y eso está a disposición de los candidatos. Por ello, los alegatos del TSJ –y, que casualidad, los mismos alegatos del chavismo- son una falacia, desde que los candidatos podían ejercer sus reclamos en las instancias internas de la MUD, como sucedió en el municipio Libertador de Caracas, Sucre y Guaicaipuro de Miranda o Piar de Bolívar, y estos candidatos tuvieron a su disposición los elementos necesarios para ejercer su defensa.

Por supuesto, el TSJ no se podía quedar tranquilo y procedió a imponer a Teresa Albanes una multa injusta, arbitraria e inconstitucional, ya que no existe desacato alguno, toda vez que la MUD cumplió con sus normas internas y nunca tuvo conocimiento el martes 14 de febrero de la sentencia de la Sala Constitucional, ya que no fue notificada. Multa que debe ser pagada a pesar de su inconstitucionalidad por ser una orden judicial, mientras la Sala no revoque la misma.

En fin, este caso demuestra que, lamentablemente, la justicia en Venezuela no es ciega, como debe ser, sino que tiene una muy buena y selectiva vista.

Twitter: @rojasperezm

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