martes, 22 de junio de 2010

El Gobierno está en un Contenedor

EL GOBIERNO ESTÁ EN UN CONTENEDOR

Manuel Rojas Pérez
Publicado en el Correo del Caroní, 21 de junio de 2010

Que clase tiene este gobierno para hacer las cosas mal. En eso son realmente unos fenómenos.

Resulta que el gobierno nacional, después que gritó a los cuatro vientos que se encargaría de certificar la seguridad agroalimentaria, que las empresas privadas son sociedades capitalistas que solo aseguraban el hambre del pueblo y que exclusivamente velaban por sus intereses, ahora deja que la comida por ellos comprada se pudran en unos contenedores frente a los ojos de la gente.

Según la Ley de Seguridad y Soberanía Agroalimentaria, el Estado tiene la obligación expresa de garantizarle a la población que haya una oferta suficiente de alimentos. Para ello, se presentaban dos opciones: una, el incentivo gubernamental al sector privado, para que este surtiera al pueblo de alimentos o la otra, que el propio Estado se inmiscuyera en el mercado alimentario y procediera este mismo a actuar como empresario para vender el mismo a la colectividad los alimentos.

El gobierno nacional optó por la segunda de las fórmulas: actuar directamente vendiendo los productos, como empresario. Para ello, a través de su empresa PDVAL, el Estado venezolano compró alimentos en el exterior, con dinero de los venezolanos por cierto. Utilizar el mecanismo marxista de entrar directamente al mercado, tratando de ser el único agente económico existente.

Sin embargo, y aquí viene el detalle, en las pasadas semanas se han dado diversas denuncias sobre la existencia de una serie importante de contenedores con comida descompuesta, lo cual ha tenido que ser reconocido por los propios funcionarios chavistas. Comida comprada por PDVAL, es decir, por el gobierno. Comida que debía llegar a las casas, a la gente, al pueblo. El encargado de hacer cumplir la seguridad alimentaria no cumplió su misión.

No estamos hablando de unos cuantos contenedores de comida podrida, sino de miles. Algunos especialistas han dicho que si estos se colocan uno detrás del otro en fila, se haría una larga cola de contenedores que abarcaría la distancia que hay entre Caracas y Valencia.

Hay que señalar que no solo comida podrida se ha conseguido, sino también medicamentos, todos comprados por gobiernos chavistas, como es el caso de las medicinas que se consiguieron en el estado Táchira. Además de ello, el gobierno tuvo la desfachatez de enviar alimentos podridos a Haiti, como misión humanitaria, los cuales tuvieron que ser devueltos para nuestra vergüenza.

En un país serio, hace rato hubiesen sido destituidos el ministro de Alimentación, el presidente de PDVSA por ser el órgano rector de PDVAL, el director de PDVAL, el ministro de Finanzas y el director de CADIVI porque son ellos quienes otorgaron los dólares para hacer esas compras, y quienes pagaron meses y meses de alquiler de contenedores sin saber en donde estaban. En un país serio, el contralor general de la República hubiese iniciado las averiguaciones de rigor. Y un escándalo de ese tamaño, en un país serio, hubiese hecho renunciar al presidente de la República.

Pero lo peor de todo esto ha sido la nefasta respuesta del gobierno. Ante la podredumbre alimentaria, han anunciado que la leche podrida será utilizada para hacer yogurt. Tamaña burla solo es admisible en un Estado arbitrario y totalitario que se sabe irresponsable ante los órganos de justicia. Además de eso, al gobierno no se le ha ocurrido nada mejor que iniciar la cacería contra periodistas, y declarar la guerra, ya frontal, contra Globovisión. El pueblo que merece una respuesta solo ha recibido burlas y patadas.

En verdad, la podredumbre no es de los alimentos, la putrefacción no está el los contenedores, sino en Miraflores. Este es un gobierno absolutamente podrido. Podrido por la corrupción y por la ineficiencia. La moral chavista es la verdaderamente descompuesta.

Al final, si se revisan esos contenedores con cosas podridas, lo que está es el gobierno chavista.

Twitter: @rojasperezm

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