lunes, 10 de mayo de 2010

La culpa es de la iguana

LA CULPA ES DE LA IGUANA
(O sobre algunas razones para oponerse al chavismo)

Manuel Rojas Pérez
Publicado en el Correo del Caroní, lunes 10 de mayo de 2010

Un país en decadencia, ciudades a manos de la delincuencia, una economía moribunda, poderes públicos que sólo atienden a los designios de una persona, ciudadanos que no tienen acceso a los mismos derechos que sí tienen los grandes jerarcas gubernamentales, televidentes que se quedaron sin sus canales televisivos preferidos por una pataleta y que no les queda otra que ver escatológicos programas en el canal del Estado o gastar más para adquirir un sistema de televisión por cable, unos dirigentes opositores que son apresados por solamente ejercer su derecho al disenso, un pueblo que no tiene cómo adquirir comida por el desabastecimiento, un presidente que agrede a una periodista por hacerle preguntas que todos nos hacemos, unos funcionarios públicos que se dedican a malversar fondos, un gobierno que se burla de todos nosotros diciendo que la culpa de los apagones la tiene una iguana que se come los cables de las plantas eléctricas. Todas estas son razones más que suficientes para oponerse rotundamente al Gobierno nacional venezolano.

Este gobierno, ha echado mano de la fórmula fascista: país igual a Estado, y Estado igual al líder. Es decir, el país es lo que el Estado establezca, y el Estado es todo aquello que decida y determine una sola persona.

Esta receta de exaltación al mesianismo político trae una consecuencia: el gobierno deja de gobernar y se dedica exclusivamente a manejar a su antojo y conveniencia el poder dado por el pueblo.

Por ello, al chavismo se le ha ido el país de las manos. La economía es un ejemplo. La moneda innombrable tocó cifras de récord en esta semana, todo ello a pesar que el gobierno había anunciado que pararía ese incremento. Ese descontrol causado por el propio gobierno ha hecho que el mercado alimenticio se encuentre en un desbarajuste insostenible. El precio real de la carne no es el mismo que el gobierno impone como obligatorio a las carnicerías. Consecuencia de esto, o los carniceros no venden carne, o tendrán que venderla a su precio verdadero y no al impuesto, porque nadie vende a pérdida. Ni siquiera lo hace el gobierno con Mercal.

De otra parte, hay ciudades que pasan más de ochenta horas seguidas sin energía eléctrica. Leyó bien, ochenta horas. Más de tres días sin luz. La comida de las neveras, por supuesto, se descompone. Ello gracias a que el Gobierno nacional no realizó nunca las inversiones públicas en materia de servicio eléctrico, y prefirió regalarle ese dinero a Bolivia, Nicaragua o Cuba.

Ni hablar de la delincuencia. Haga una encuesta. Consiga a una persona que no haya sido víctima de ésta. Creo que no la conseguirá. Ahora, ¿Qué ha hecho el gobierno para combatirla? Mientras esta andaba campante por las calles venezolanas, el Ministro del Interior y Justicia estaba preparando las elecciones internas de su partido. Esta es la forma del gobierno de combatir la delincuencia.

A todas éstas, usted no puede quejarse, porque si lo hace lo meten preso. O como mínimo, le inician una investigación. Y si trabaja para la administración pública perderá su trabajo. Porque el gobierno exige fidelidad total y sumisa, y con mucho amor, le ordena a que no se queje, porque si no lo trasquilan.

Sin embargo, las excusas del gobierno serán siempre las mismas: los apagones son culpa de un fenómeno natural del cual se sabía desde del 2007 o de una iguana, la delincuencia es culpa de los paramilitares colombianos, el desabastecimiento es culpa de la CIA y la corrupción del FBI.

Por ello, amigo lector, el 26 de septiembre debemos salir a votar contra todas estas cosas, y por todas estas razones. Como dice el candidato de la Unidad, Antonio Ecarri Angola, cada abuso tiene su 26 de septiembre. Todas estas razones hacen pronosticar una derrota electoral del gobierno.

Seguramente, la culpable de la derrota en las elecciones parlamentarias será la iguana.

Twitter: @rojasperezm

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