martes, 4 de diciembre de 2007

El presidente no Reconoció su Derrota

El presidente no Reconoció su Derrota

Manuel Rojas Pérez

Publicado el 7 de diciembre de 2007 en el Correo del Caroní

No nos deja ni siquiera saborear las mieles de la victoria. No nos permite por un minuto tener paz. No quiere que tengamos por lo menos un diciembre sin incertidumbre. No. Hugo Chávez insiste en mantener al máximo la conflictividad que caracteriza a su gobierno.
Insólitamente, en un acto absolutamente inaceptable en una democracia, el presidente Chávez ha reiterado que volverá a proponer las ideas que fundamentaron su ilegítima nueva Constitución.
En su grosero discurso de la medianoche del 3 de diciembre, después que el Consejo Nacional Electoral hizo esperar a todo el país por los resultados que se conocían desde las nueve de la noche, Hugo Chávez no reconoció la victoria de la oposición como muchos han hecho creer. Se vuelve a burlar de los venezolanos, pretende pasar de nuevo por encima de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela cuando cínicamente dice que la reforma no pasó “por ahora”.
No aceptó Hugo Chávez su derrota, cuando habla de victoria pírrica de la oposición a su gobierno. Cuando gana el gobierno, se habla de victoria popular. Pero cuando es la oposición quien por fin gana una elección entonces se descalifica.
No ha reconocido su derrota ya que desde el gobierno se crea la matriz que perdió el chavismo por su abstención, y no porque el pueblo mayoritariamente salió a oponerse de manera valiente a un proyecto totalitario y abusivo.
Por eso, se equivocaron los políticos que salieron a aplaudir al presidente por su supuesta aceptación de los resultados electorales. ¡Pero es que Hugo Chávez estaba obligado a reconocerlos y aceptarlos! ¿Cómo es eso que lo felicitamos porque haga algo para lo cual se está obligado? No hay que aplaudir al gobierno por haber supuestamente aceptado los resultados, ya que ¡ese es su deber en democracia!
¿Acaso pretende utilizar su también inconstitucional Ley Habilitante para incluir lo propuesto en la mal llamada reforma? La respuesta definitivamente es afirmativa. Asume Hugo Chávez que las decisiones electorales no le afectan. No importa que el pueblo mayoritariamente haya dicho No a su violenta nueva Constitución. No le interesa. El pretende aplicar esos cambios como sea.
Y a ello, se suma la arbitraria posición de la ilegítima Asamblea Nacional que acaba de aprobar un Acuerdo sobre el referendo, y en uno de sus puntos, afirma que acompañarán al Ejecutivo en su disposición de mantener la propuesta de nueva Constitución.
Incluso, inauditamente, la diputada Iris Varela ha llegado al absurdo de solicitar al presidente que aplique la reforma derrotada mediante decretos hasta que “por iniciativa popular aprueben una nueva…”.
No aceptamos este planteamiento. Simplemente improponible, como diría el Tribunal Supremo de Justicia.
Por el contrario, hay que tomarle la palabra a Hugo Chávez, quien dijo, con testigos, que quien votara contra la nueva Constitución estaría votando contra él.
Pues bien, ¡el país votó contra Hugo Chávez! El país, en el plebiscito que creó el mismo Hugo Chávez, votó contra su persona, contra su figura y contra sus ideas.
Hoy, no le aplaudimos a Hugo Chávez que haya aceptado su reforma. Por el contrario, le exigimos, que llame a nuevas elecciones para la conformación de una nueva Asamblea Nacional, ya que la actual es completamente ilegítima y no representa a nadie; que esa nueva Asamblea Nacional nombre a nuevos magistrados del Tribunal Supremo de Justicia y a un nuevo Consejo Mortal Republicano, es decir: nuevo Fiscal, nuevo Contralor y nuevo defensor del Pueblo.
También le exigimos que todos los lugares del país estén abiertos a todos los venezolanos. Y eso incluye que Venezolana de Televisión sea de nuevo, la televisión de todos los venezolanos, que podamos acceder a los servicios públicos o a cargos públicos sin importar si firmamos o no, o si nos abstuvimos o no.
Por otra parte le exigimos que devuelva la concesión ilegalmente arrebatada a RCTV.
En cualquier país serio en el mundo, cuando un presidente somete a consulta popular un cambio en la dirección de las instituciones políticas del gobierno o del Estado, y el pueblo da la espalda a esa propuesta, el presidente inmediatamente dimitiría.
Pero, como estamos en un país con un gobierno sin seriedad, Hugo Chávez no dimitirá, sino seguirá intentando burlarse de todos los venezolanos.

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