martes, 20 de marzo de 2007

¿De verdad Podemos? (o crítica al pensamiento único)

¿De verdad Podemos? (o crítica al pensamiento único)

Manuel Rojas Pérez

Publicado en el Correo del Caroní el 2 de abril de 2007

Cuando escuché el discurso de Ismael García, donde anunció que Podemos no se disolvía, y criticando a su vez el pensamiento único chavista, simplemente no lo creí. Vi a Ismael, y lo sigo viendo así, como si fuese otro Arias Cárdenas, que se disfrazó de opositor para hacernos caer en su juego.
Pero, al escuchar el viernes pasado a Didalco Bolívar, oponerse a un partido único, me nació la duda si en verdad el gobierno está haciendo aguas por un costado.
No se porque ese discurso me llamó tanto la atención, como no lo hizo el de Ismael García. Quizás, porque a Didalco, hasta ahora, lo tengo como uno de los pocos chavistas serios que detentan algún cargo público. Por ello, al escuchar su arenga, no puedo menos que pensar que algo serio está pasando en las filas oficialistas, y no otro trapo rojo. Quizás, estamos frente a un temblor que puede terminar en terremoto.
El pensamiento único político pareciera que está dando golpes en las bases de la unidad chavista. Y es que no puede ser de otra manera. Dentro del chavismo hay muchas, demasiadas, doctrinas políticas, o lo que es peor, inconsistencias y hasta ignorancia de esas doctrinas. Se tiene, a los duros, a los radicales, que sin tener una tendencia de pensamiento político, más allá de seguir fielmente lo que ordene Chávez, por ejemplo, Lina Ron; o los verdaderamente marxistas-leninistas, como José Pinto y sus Tupamaros; está el histórico Partido Comunista de Venezuela y hasta Carlos Escarrá; socialistas como lo puede ser justamente Didalco; luego, los que ni son duros, ni saben de doctrinas políticas, simplemente siguen cada paso, lamen cada piso por el que camina Chávez: William Lara, Nicolás Maduro, Cilia Flores; por último, los de derecha dentro del chavismo, los capitalistas como Diosdado Cabello.
Por ello, pretender, como lo pretende el líder revolucionario, meter en un mismo saco, a juro, a todas esas tendencias, sólo parirá una gran mezcla de ideas políticas sin sentido, traería más incoherencia de la que ya existe en el régimen.
Y en política, se debe saber exactamente a que se juega. Un partido político debe tener una ideología propia, mantenida, sostenida. Un núcleo común que unifique a las bases en torno a una concepción política, y no en torno a una persona. Por no tener una clara ideología, sino muchas posiciones doctrinales adversas es que Primero Justicia murió como sociedad política. Un partido político, por esencia, es una organización que se adscribe a una ideología política determinada. Los únicos partidos que se han configurado en torno a personas y no a ideas o concepciones, dieron vida al nazismo en Alemania y al fascismo en Italia.
Luego, no extraña que el tema del partido único se haya convertido en una estaca en el zapato de Chávez.
Y claro, esta actitud de Didalco y Podemos genera controversia dentro de las filas del propio chavismo. Ya Mario Silva, dedicó casi todo un programa a Didalco, y lo convirtió en un enemigo acérrimo de la revolución. Didalco, de un día para otro, dejó de ser un revolucionario, y se convirtió en un lacayo del imperialismo, en un “parcialista” de la política, en un corrupto, en fin, en un antirrevolucionario pagado por el gobierno norteamericano. Para el gobierno, la disidencia es traición. Esto da por supuesto, un claro ejemplo que la libertad de expresión, y peor aun, de pensamiento, no es permitida ni perdonada por el gobierno autócrata que nos dirige.
Incluso, Silva llegó a afirmar que los gobernadores y alcaldes oficialistas no llegaron al poder por si mismos, sino por el portaviones Chávez. Es decir, como llegaron a esos cargos gracias al comandante, no tienen derecho a pensar, a opinar, a respirar, a suspirar, sin que el líder lo ordene. Absurdo esto.
Me sorprendió el discurso de Didalco. Me sentí asombrado, porque estoy acostumbrado a la genuflexión de los seguidores del Chavismo. Nunca, ni José Vicente ni Jesse Chacón reaccionaron ante los arbitrarios regaños del comandante. Por eso, repito, me asombró sobremanera el discurso de Didalco, quien tocó fibras, al oponerse a la orden impuesta. No me calo esta vaina, fue lo que, en definitiva, quiso decir el gobernador de Aragua. La autocracia de Chávez, al parecer, empezó a tocar a los propios chavistas.
Llegó a afirmar Didalco que en Aragua no hay presos políticos. ¿A que vino eso? ¿Es una denuncia? ¿Reconoce entonces, que el gobierno nacional si tiene presos políticos? Pareciera.
También dijo que el Consejo Nacional Electoral se había convertido en un ente “ideologizado”. Mas claro no canta un gallo.
¿Será que toda la pataleta de Didalco es porque lo vana hacer un revocatorio a él y no a otros gobernadores chavistas? ¿O esto es en serio?
¿Será, que de verdad Podemos?

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