martes, 25 de enero de 2011

El problema es la imposición

El problema es la imposición

Manuel Rojas Pérez
Publicado en el Correo del Caroní el 24 de enero de 2011

La vetada Ley de Universidades obligaba a los catedráticos a dictar sus materias, solo para el desarrollo del modelo productivo socialista.

La Ley Orgánica del Poder Popular limita la participación ciudadana a las formas del Poder Popular para el socialismo. Asimismo, la Ley Orgánica de las Comunas, la Ley Orgánica de Contraloría Social, la Ley Orgánica del Sistema Económico Comunal y la Ley Orgánica de Planificación Pública Popular crean la comuna como entidad socialista basada en la propiedad social.

Por su parte, la Ley de los Consejos Estadales de Planificación y Coordinación de Políticas Públicas, así como la Ley de Consejos Locales de Planificación Pública determinan que los Estados y Municipios deben actuar para el socialismo.

Cada una de estas leyes, normas, actos administrativos, medidas administrativas y demás dictámenes emanados de organismos públicos dirigidos por afectos al chavismo, tienen como elemento neurálgico la implantación del socialismo como modelo social venezolano.

Pues resulta que el problema no es el socialismo, sino la imposición del socialismo. Es decir, lo verdaderamente criticable del régimen chavista es que pretendan imponer un sistema social y político. Ahí está el tema. Si pretendieran establecer el capitalismo, por señalar un ejemplo, sería igualmente criticable y me opondría férreamente, como lo hago en la actualidad.

Por donde se vea, el chavismo busca un modelo hegemónico. Ya lo decíamos semanas atrás. Lo que busca el chavismo es imponer una única manera de ver la vida, sin importar las distintas formas de pensamiento.

Esa visión hegemónica del poder no es democrática. La democracia, como bien lo señala Giovanni Sartori, es un mundo multicolor. Plural.

Y es que el pluralismo es una característica propia de las democracias. Este principio democrático implica, ante todo, tolerancia, y por tanto, se consolida negando el dogmatismo y el fanatismo.

Entonces tenemos que el pluralismo implica respeto a otras ideas y estilos de vida. En democracia, el comunista, el socialdemocrata, el liberal, el socialcristiano, el ateo, el fervoroso creyente, el anarquista, todos viven y conviven. El sistema democrático está estructurado para que cada uno de estos tenga su espacio vital y les sea respetado.

Venezuela, hasta 1999 vivió un sistema democrático. Con sus errores, pero lo tuvo. Que lo diga Aristóbulo Isturiz que nunca fue despedido de la carrera docente por comulgar y practicar el socialismo, en sus tiempos de militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria o de la Causa Radical. También lo podría decir José Vicente Rangel quien pudo hacer una carrera periodística exitosa a pesar de ser un dirigente contrario a los gobiernos de turno. Mientras Iris Valera o el papá del presidente Chávez pertenecieron a Copei nunca fueron perseguidos por no pensar igual a los gobiernos de turno.

Nunca ninguna ley, antes de 1999, estableció que en las cátedras universitarias se debía impartir el socialcristianismo o la socialdemocracia. No recordamos ley alguna que obligara a los Estados y Municipios a actuar en beneficio del liberalismo.

La imposición de un solo modelo de Estado es la gran enseñanza del nazismo. Adolfo Hitler tenía una visión totalitaria, hegemónica, que no concebía a los judíos en Alemania. Después, los exterminó justificándose en su negación al pluralismo.

Por ello, la propuesta del chavismo no es democrática, ya que no permite la convivencia de otras formas de pensar dentro del su concepción de Estado. Al imponer el socialismo viola los principios democráticos más elementales.

Reiteramos que nuestra gran crítica hacia el chavismo es su visión hegemónica del poder. Por su hambre de quedarse atornillado en la silla, el presidente manda a todos sus personeros a implantar el socialismo, a imponerlo, a obligarlo. Cualquier tipo de imposición es contraria a la democracia. Porque, insisto, el método democrático es abierto y plural.

Twitter: @rojasperezm

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